Antecedentes históricos de la Filosofía Moderna
A partir del siglo XV, en el continente europeo se reflejó un nuevo estilo de vida impulsado por el ansia de libertad. Una libertad que no tenía un propósito material sino mental, ya que se buscaba el conocimiento y la verdad; por esto surgió una pluralidad de planteamientos. Este hecho generó la ruptura de la unidad que imperaba en la Edad Media.
Esta ruptura se llevó a cabo principalmente debido a la separación del dogma y la razón, pues se rechazaban las hipótesis que solo se centraban en la fe porque no tenían bases lógicas ni evidencias físicas. Esto no hubiese ocurrido si no se hubiese cambiado el método universitario.
Ese cambio tuvo por objeto que el razonamiento fuese sistematizado, o dicho de otra forma, que cada argumento se consignara en un ensayo o tratado, los cuales constituían el valor científico de las ideas.
A la vez, esta técnica de estudio ocasionó que la obra Suma teológica (1265) de santo Tomás de Aquino no se volviese a revisar como el texto que poseía todas las respuestas a las preguntas de los aprendices.
Por otro lado, no solo los cleros enseñaban las materias, puesto que a partir del siglo XVII se incorporaron en las universidades profesores que eran políticos, diplomáticos e incluso laicos. Tal transformación en el ámbito estructural se asoció con el descubrimiento científico y con los movimientos protestantes.
Referencia bibliográfica: de mi autoría (JOSÉ ÁNGEL FLORES PEÑA 4°B)
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